3 de enero de 2015

Los blogs de escalada

Como si de desechos espaciales se tratase, multitud de blogs vagan abandonados por el ciberespacio. Cerrados, inacabados u olvidados, la era dorada del blog ha terminado. Y aunque cada día nacen nuevos blogs, esto ya no es lo que era. Permitidme que rememore mis inicios, que también son los mismos de muchos otros bloggers, y que empiece este proyecto con la –corta- perspectiva de un pasado donde el blog de escalada tenía un uso y una intención social y que ha mutado a algo más parecido a un muestrario personal (fokin’ Facebook, fokin’ selfies y fokin’ postureo…pero sí, yo también he pecado).

Palabra de Google

Al principio de la creación, antes de que Facebook nos diese a morder una manzana y la gente adorase a Twitter, los bloggers éramos muy felices. Vivíamos como hermanos compartiendo reseñas, vías y experiencias y en cada post rebosaban los comentarios. Tú tenías un blog y podías conocer a mucha más gente. De hecho, gracias a tufa-tufa he conocido a personas que ahora son mis amigos. Entonces llegaron las redes sociales y lo echaron todo por el retrete. La gente empezó a perder el interés en comentar –pues ya tenían donde hacerlo de una manera más rápida-. Algunos bloggers descuidaron sus espacios y llegaron otros, y con ellos el becerro de oro y una nueva manera de usar los blogs –a la que me uní, por cierto-. 

Los bloggers escaladores que al inicio formábamos una pequeña sociedad, nos habíamos extraviado por una red deshilachada de blogs dispersos, donde los comentarios ya no eran primordialmente de otros bloggers y cualquier desatino en un post estaba en el punto de mira, preparado para ser juzgado anónimamente. Este hecho aún desanimó más y la breve comunidad original palideció lentamente para dar paso a los blogs actuales. De todo hay en la viña de Google, pero la mayoría son habitaciones herméticas, donde cada cual viste sus mejores galas y más de dos comentarios son multitud. O quizás solo me siento nostálgica de un falso recuerdo y simplemente fue el paso del tiempo, la inconstancia de algunos y la creación masiva de blogs lo que cambió el paradigma del blog de escalada. Sea como fuere, “jo ja no sóc d’eixe món”, porque ha cambiado tanto el objetivo al que me dirijo que tufa-tufa se me queda grande. Sí, grande. 

Evolución

Cuando inicié tufa-tufa, en mayo del 2007, mi objetivo era totalmente distinto al de hoy. Creé el blog por curiosidad, porque navegando por la red me di cuenta de que existía una incipiente comunidad de blogs de escalada. Eso me atrajo: yo también quería ser partícipe de esa sociedad etérea donde se compartían y se comentaban las escaladas. Más adelante, el blog fue una herramienta perfecta para mi yo más competitivo: el trinomio blog-patrocinador-competición es muy poderoso. Al final, consolidados los patrocinadores y con más interés en contar anécdotas personales que éxitos trepadores, tufa-tufa se me antoja estridente. 

El ahora

Por todo ello, y como decía al principio, continuar con tufa-tufa no tiene sentido para mí. En cambio, seguir escribiendo sí me motiva y por eso he creado Escalada Argumental, que es un blog unidireccional: no hay comentarios, no hay blogs amigos. Quiero despojarme de la netiqueta y alcanzar la libertad total para expresarme aquí sin nadie que aplauda o rechiste, ni enlazar otros blogs o páginas por cortesía –los que tenéis blog desde “el principio” me entenderéis a la perfección-. Aquí solo estoy yo vociferando gustosamente al vacío.



Seré una blogger ermitaña y escribiré sin saber si atrae o repele, si da risa o pena, si indigna o te la refanfinfla. Pero escribiré porque disfruto imaginando tu reacción y, sobre todo, porque me gusta.